Inspirado por un cielo despejado y lleno de estrellas, Félix Solís quiso crear un vino que capturara el placer y el estilo de vida optimista de los españoles. Le puso el nombre de Viña Albali, en honor a una estrella de la constelación de Acuario.
Proviene de suelos calizos, con una permeabilidad media que permite una correcta aireación. Las parcelas recolectadas a 800 msnm, permiten vendimias nocturnas frescas que conservan los aromas varietales. Es fermentado parcialmente en barrica de roble francés que confiere un final de boca con excelente balance en fruta y madera.