En cuatro puntos del recorrido, el visitante se coloca las gafas de realidad virtual y, en cuestión de segundos, se ve transportado a distintos momentos clave de la historia vitivinícola: el trabajo en el viñedo durante la vendimia, la magia de la fermentación, el reposo de las barricas en la sala de crianza y el emocionante viaje de los vinos de Toro hacia el Nuevo Mundo.
“Queremos que cada persona no solo aprenda sobre el vino, sino que sienta lo que hay detrás de cada copa: el esfuerzo, la historia y la emoción de generaciones enteras. La realidad virtual nos permite contar esa historia de una manera envolvente y memorable”, explica Roberto Castaño, director del Pagos del Rey Museo del Vino.