Los mercados más fuertes para su negocio son la Unión Europea, Estados Unidos, Rusia, Japón y China. La compañía cuenta con filiales en tres continentes: Europa –Alemania, Francia, Reino Unido y República Checa- América –dos en Estados Unidos- y Asia –dos en China-, así como con oficinas de representación en México y Japón y un proyecto de bodega propia en Chile. Esa expansión internacional le ha permitido situarse entre las 10 principales comercializadoras de vino a nivel mundial.
Félix Solís Avantis continúa con ese proceso de expansión internacional y espera que su negocio exterior represente en un plazo de entre 3 y 5 años el 70% del total. Para impulsarlo, ha considerado fundamental poner en marcha un proyecto de transformación digital que le permita adaptar sus procesos a la economía digital, trabajar en tiempo real y en diferentes idiomas y monedas, así como integrar la información de todas las filiales para mejorar los procesos de toma de decisiones.